sábado, 6 de abril de 2019
viernes, 5 de abril de 2019
¿Cómo es la reproducción de caballos?
Dentro del mundo del caballo encontramos muchos aspectos y variantes que pueden ser muy interesantes para todos aquellos que aman a este maravilloso animal. No solo tener un caballo implica el pasear, montar, etc., sino que también hay otras posibilidades como las competiciones deportivas (carreras o hípica), concursos en los que se valora su morfología y algo que resulta muy atractivo: la cría.
Muchos aficionados desean que obtener descendencia de sus caballos. Experimentar el proceso de embarazo, nacimiento y cuidados de un joven potro. Pero, se ha de advertir que esto no es una tarea sencilla. Hay que tener un gran número de conocimientos y adquirir una serie de aprendizajes que poner en practica con el fin de obtener una experiencia que nos será muy útil, sobre todo si tenemos como objetivo el continuar con la cría del caballo hasta el punto de poder formar nuestra propia yegua o ganadería.
Es necesario, casi siempre, recurrir a algún profesional o alguien que nos asesore de manera concienzuda en estos temas, para evitar que surjan una cantidad ingente de problemas. No obstante, a continuación intentaremos orientales aportándoles una serie de contenidos y datos interesantes para hacer algo más amena esta aventura de la cría del caballo.
¿Cuándo se reproducen los caballos?
La estación del año más idónea para el nacimiento de los jóvenes caballos es la primavera, al igual que sucede en muchas otras especies animales, especialmente en todas aquellas que pertenecen al grupo de los mamíferos. El motivo o la causa es que en esta época la comida suele ser mucho más abundante y las condiciones climatologías no suelen ser extremas sino más bien suaves, jugando un papel fundamental las horas de luz.
El aumento de luz estimula de forma considerable los llamados “centros receptores” localizados en el cerebro que son los culpables de poner en marcha la producción de hormonas, incluidas las sexuales.
Un pequeño truco, que también utilizan otros criadores de otros animales domésticos poniendo como ejemplo a los ornitólogos, es el de facilitar luz artificial en el establo o lugar de cría. Esta técnica provoca que el reloj biológico de nuestros caballos se ponga en funcionamiento y podamos adelantar así el periodo reproductivo.
La madurez sexual en estos equinos suele llegar alrededor de los tres años de edad. En raras ocasiones, han surgido casos en los que una yegua o un joven potro han sido fértiles con tan solo dieciocho meses, pero insisto en que es algo excepcional y que no suele darse con frecuencia.
Embarazo en caballos
El periodo de gestación, por norma general, es de unos once meses, alrededor de los 340 días. Pero, como en muchas otras cosas, esto no es una ley dogmática. Existen embarazos en yeguas en los que el potro se ha desarrollado correctamente y ha nacido al finalizar los primeros diez meses, requiriendo estos una serie de cuidados especiales. Por el contrario, hay situaciones en los que este proceso se ha alargado hasta el año, normalmente cuando la cría es un macho.
Un dato curioso es que normalmente los partos de las yeguas suelen sucederse en horario nocturno. Dichos partos no se exceden mucho más allá de los quince minutos. Aunque cabe destacar que si la madre encuentra o intuye algún tipo de peligro es capaz de interrumpir el parto.
Durante el embarazo es necesario tomar un gran número de precauciones. Es importante decir que el desarrollo de la cría se produce en el interior del útero en los últimos tres meses de embarazo. Por tanto en los primeros seis meses de gestación, las yeguas pueden ser cubiertas sin ningún problema, pero a partir de este instante puede convertirse en un serio peligro que puede provocar incluso la muerte del joven potro.
La alimentación siempre es algo muy importante, y lo es más aún durante el embarazo. El aportar a nuestra yegua una dieta rica y variada, incluyendo suplementos proteicos, es fundamental.
lunes, 1 de abril de 2019
¿Cuanta distancia puede recorrer un caballo?
Antiguamente, los caballos eran el principal medio que tenían las personas para poder recorrer largas distancias. Eran como los coches que tenemos hoy en día, con la diferencia de que se trataba de animales. Lo más curioso de todo es que se veían obligados a recorrer, al cabo del día, largas distancias. En un principio no pasaba nada, ya que están preparados para ello. Pero la verdadera pregunta es ¿cuanta distancia podían andar, al cabo del día?
Es evidente que si los animales estaban preparados para ello también podían andar mucho. Pero no penséis que se trataba de coches. Nada más lejos de la realidad, ya que el número de kilómetros disponibles dependía (y depende) del camino, la edad del caballo, la raza y el su estado de salud. Condicionantes que podían llegar a tener mucho que ver con los kilómetros que se hacían.
¿Cuántos kilómetros pueden recorrer al día?
Por lo general, los caballos pueden recorrer entre 30 y 45 kilómetros por día. En el caso de que transporte algo, esa distancia se ve disminuida hasta los 30 kilómetros en 24 horas. Parece una limitación bastante importante, pero no es así. De hecho, antes incluso había servicios que se basaban en los caballos. Por ejemplo, si se quería transportar a gente era necesario organizar largos viajes que podían durar hasta semanas enteras.
Actualmente los caballos apenas se usan para recorrer largas distancias. Hay casos muy contados, eso sí. En el caso de que haya que recorrer cientos de kilómetros, lo mejor es optar por algún tipo de automóvil. Más sencillo, rápido y mucho más económico.
Por lo general, los caballos pueden recorrer entre 30 y 45 kilómetros por día. En el caso de que transporte algo, esa distancia se ve disminuida hasta los 30 kilómetros en 24 horas. Parece una limitación bastante importante, pero no es así. De hecho, antes incluso había servicios que se basaban en los caballos. Por ejemplo, si se quería transportar a gente era necesario organizar largos viajes que podían durar hasta semanas enteras.
Actualmente los caballos apenas se usan para recorrer largas distancias. Hay casos muy contados, eso sí. En el caso de que haya que recorrer cientos de kilómetros, lo mejor es optar por algún tipo de automóvil. Más sencillo, rápido y mucho más económico.
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